¿Terapia online? Seguro que más de uno ha levantado una ceja cuando escucha hablar del tema. ¿Cómo algo tan personal puede funcionar a través de una pantalla? Para muchos, la idea de que la terapia online sea igual de efectiva que la presencial suena como comparar una comida casera con un plato precocinado. Pero aquí va una verdad incómoda: no siempre lo más tradicional es lo mejor.
¿Has pensado alguna vez que trabajar en tu bienestar desde casa, en pijama y con un café en la mano, puede ser igual de efectivo (e incluso más cómodo) que desplazarte a una consulta? Si no, no te preocupes: vamos a desmontar juntos algunos de los mitos más comunes que rodean la terapia online y a descubrir por qué es una opción tan válida como cualquier otra.
El escepticismo hacia la terapia online no apareció de la nada; tiene raíces bastante profundas. Para empezar, la terapia presencial lleva décadas siendo el “estándar”, y cualquier cosa nueva siempre genera dudas. ¿Recuerdas cuando la gente pensaba que comprar ropa online era una locura porque no podías probártela? Pues algo parecido pasa con esto.
Muchos prejuicios vienen de la idea de que, sin estar cara a cara, se pierde esa “conexión humana” esencial en la terapia. “¿Cómo voy a abrirme emocionalmente si estamos hablando a través de una pantalla?” Este pensamiento tiene sentido… hasta que lo pruebas. Lo curioso es que las mismas herramientas digitales que se perciben como un obstáculo suelen convertirse en aliados: te permiten hablar desde un espacio cómodo, íntimo y sin distracciones externas.
Y claro, tampoco ayuda que estemos acostumbrados a asociar ciertas cosas con lo presencial: reuniones importantes, clases o incluso conversaciones profundas. Pero ¿acaso las videollamadas no nos han demostrado ya que podemos trabajar, aprender e incluso mantener relaciones a distancia?
La realidad es que muchas de las barreras que vemos en la terapia online están más en nuestra mente que en la pantalla. Y al igual que aprendimos a confiar en comprar zapatos sin probárnoslos antes, también podemos aprender a confiar en que la conexión emocional no depende del lugar, sino de la calidad del vínculo que se construye.
Si todavía dudas de la eficacia de la terapia online, déjame decirte algo: no es solo una moda, es una modalidad respaldada por investigaciones científicas. De hecho, numerosos estudios han demostrado que, en términos de resultados, la terapia online es igual de efectiva que la presencial para tratar problemas como la ansiedad, la depresión o el estrés.
Un meta-análisis publicado en Journal of Anxiety Disorders (2020) concluyó que los pacientes que recibieron terapia online experimentaron una reducción significativa en sus síntomas, comparable a quienes acudieron a sesiones presenciales. Es más, en algunos casos, la comodidad y flexibilidad de la modalidad online facilitaron una mayor adherencia al tratamiento.
¿Y por qué funciona tan bien? Porque la esencia de la terapia no cambia. Lo que importa no es el lugar donde estás sentado, sino el vínculo que construyes con tu terapeuta y el trabajo que haces juntos. Las herramientas tecnológicas (como videollamadas, chats o incluso ejercicios digitales) son simplemente un medio diferente para lograr el mismo objetivo: tu bienestar emocional.
Además, la terapia online tiene ventajas únicas que pueden marcar una diferencia significativa:
La terapia online tiene su propio repertorio de mitos y prejuicios, esos que suelen aparecer antes de probarla. Pero no te preocupes, aquí vamos a desmontarlos uno por uno.
Este es un clásico. Hay quienes piensan que, porque no estás en una consulta física, el terapeuta no se lo toma igual de en serio. Pero la realidad es que los psicólogos online son los mismos que trabajan presencialmente, con la misma formación, experiencia y compromiso. La diferencia está en el medio, no en la calidad del trabajo.
Otro miedo común es pensar que, al estar a través de una pantalla, la relación terapéutica pierde cercanía. Sin embargo, las herramientas digitales permiten una comunicación efectiva y profunda. Además, muchas personas se sienten más relajadas hablando desde casa, lo que facilita abrirse emocionalmente.
Algunas personas creen que, al no salir de casa, no le están dando la seriedad que merece. Pero la verdad es que el compromiso con la terapia no depende del lugar, sino de tu disposición a trabajar en ti mismo. De hecho, estar en un entorno seguro puede ayudarte a conectar mejor con tus emociones.
Este mito dice que la terapia online solo sirve para cuestiones “leves”. Pero lo cierto es que se puede abordar una amplia variedad de problemas psicológicos, desde ansiedad y estrés hasta depresión o conflictos interpersonales. Todo depende de la experiencia del profesional y de tu implicación.
A ver, seamos sinceros: el diván es más un estereotipo de las películas que una realidad en la mayoría de las consultas. La terapia es mucho más que el mobiliario. Es un espacio para escucharte, guiarte y trabajar contigo, ya sea desde una silla ergonómica o el sofá de tu casa.
Aunque la terapia online puede funcionar para casi todo el mundo, hay ciertos perfiles para los que esta modalidad encaja como anillo al dedo. ¿Quieres saber si es tu caso? Aquí tienes algunos ejemplos:
¿Tu agenda parece un tetris imposible? Si apenas tienes tiempo para respirar entre el trabajo, los niños, el gimnasio y, bueno, la vida, la terapia online es para ti. Puedes ajustar las sesiones a tus huecos libres y evitar el estrés de los desplazamientos.
No todo el mundo tiene acceso a psicólogos cerca de casa, especialmente en localidades más pequeñas. La terapia online elimina esa barrera, conectándote con especialistas de cualquier lugar.
Hay personas que se sienten más relajadas en su propio entorno. Tal vez hablar desde tu sofá, con tu taza de té favorita en la mano, sea lo que necesitas para abrirte y conectar mejor con tus emociones.
¿Tu trabajo te lleva de un lado a otro? ¿Vives en otro país y prefieres terapia en tu idioma? La terapia online no entiende de fronteras; donde haya internet, hay un espacio para ti.
María trabaja a tiempo completo, tiene dos hijos pequeños y un perro que siempre parece necesitar algo. Hace tiempo quería ir a terapia, pero no encontraba el momento. Entonces descubrió la terapia online: “Me daba la libertad de hablar con mi psicóloga desde casa, incluso después de acostar a los niños. ¡Fue un alivio total!”
La terapia online puede ser igual de efectiva que la presencial, pero como en todo, hay trucos para sacarle el mayor partido. Aquí tienes algunos consejos prácticos para que tus sesiones desde casa sean un éxito:
Elige un lugar tranquilo donde te sientas cómodo y libre de interrupciones. Puede ser tu dormitorio, una esquina del salón o incluso el coche aparcado, si no hay más opciones. Lo importante es que sea un sitio donde puedas concentrarte y sentirte seguro.
Si compartes casa con otras personas, avísales de que necesitas privacidad durante tu sesión. Un cartelito en la puerta (rollo “No molestar”) puede ser tu mejor aliado.
No hay nada más frustrante que una videollamada interrumpida por un Wi-Fi inestable. Antes de la sesión, asegúrate de que todo esté en orden. ¿Un plus? Usa auriculares para minimizar ruidos y mejorar la calidad del sonido.
Estar en casa puede tentarte a tomarte la terapia con menos seriedad (sí, estamos hablando de ti, que te metes a la cama durante la sesión 😏). Pero recuerda: el compromiso es clave. Siéntate derecho, mírate al espejo de vez en cuando y respira profundamente antes de empezar.
La terapia no solo ocurre durante la sesión, también fuera de ella. Si tu terapeuta te sugiere ejercicios o reflexiones, dedícales el tiempo que merecen. Es ahí donde empieza el verdadero cambio.
En terapia, lo más importante es la sinceridad, incluso si estás hablando desde el otro lado de una pantalla. No pasa nada si tienes un día difícil o si algo no te funciona. Hablarlo es parte del proceso.
Cuando piensas en la terapia online, seguro que las primeras ventajas que vienen a tu mente son la comodidad y la flexibilidad. Pero ¿sabías que hay beneficios menos obvios que pueden marcar una gran diferencia en tu experiencia? Vamos a descubrirlos:
¿Te preocupa que alguien te vea entrando o saliendo de una consulta? Con la terapia online, no tienes que preocuparte por eso. Todo ocurre en la intimidad de tu hogar, lejos de miradas curiosas.
Imagina no tener que lidiar con el tráfico, buscar aparcamiento o correr para llegar a tiempo. La terapia online elimina todo ese estrés y te deja más energía para centrarte en lo importante: tú.
¿Te gustaría trabajar con un terapeuta que no está en tu ciudad? Con la modalidad online, puedes elegir al profesional que mejor se adapte a tus necesidades, sin importar dónde viva. Esto es especialmente útil si buscas alguien especializado en un área concreta.
La terapia online permite horarios más flexibles. ¿Prefieres hablar a primera hora de la mañana o al final del día? Hay muchas opciones para adaptarse a tu rutina, incluso si tu vida está llena de responsabilidades.
Hablar desde un espacio que ya conoces, como tu casa, puede ayudarte a sentirte más relajado y dispuesto a abrirte. Para algunas personas, el simple hecho de estar rodeado de sus cosas facilita conectar con sus emociones.
Si te mueves constantemente por trabajo o estudios, la terapia online te permite mantener la continuidad sin importar dónde estés. Solo necesitas un lugar tranquilo y una buena conexión.
¿Presencial o online? La buena noticia es que no tienes que elegir entre una u otra para siempre. Cada vez más personas combinan ambas modalidades según sus necesidades. Quizá un día te apetezca el contacto cara a cara, y otro prefieras quedarte en casa con tu manta y tu taza de té.
Lo importante es recordar que la efectividad de la terapia no depende del lugar, sino de la relación que construyes con tu terapeuta y del trabajo que haces en cada sesión. Así que olvídate de si una modalidad es “mejor” que otra. En realidad, ambas son herramientas para alcanzar el mismo objetivo: tu bienestar.
¿Sigues pensando que la terapia online es una opción de segunda? Tal vez sea hora de probarla y descubrir todo lo que puede ofrecerte. En el Instituto del Comportamiento, trabajamos para que la terapia online sea tan cercana, efectiva y transformadora como la presencial.
Reserva tu sesión online hoy y da el primer paso hacia una vida más equilibrada y feliz. Hazlo desde donde estés, a la hora que mejor te venga y con la tranquilidad de estar en manos de profesionales comprometidos contigo.
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