En su esencia ACT es un enfoque centrado en la acción, pero no cualquier tipo de acción, sino acciones centradas en los valores personales. Comportarte como el tipo de persona que te gustaría ser. ¿Qué quieres que represente tu vida?, ¿qué te importa realmente en lo más profundo de tu corazón?, ¿cómo te gustaría tratarte a ti mismo, a los demás y al mundo que te rodea?, ¿cómo te gustaría ser recordado?
ACT te pone en contacto con lo que realmente importa teniendo en cuenta toda la panorámica. Los deseos más profundos de tu corazón acerca de cómo te gustaría comportarte y la huella que te gustaría dejar durante tu breve estancia en este planeta.
Poder usar esos valores como una brújula que te guíe, te motive y te inspire para hacer lo que haces.
También va sobre la acción consciente, esas acciones que tomas con plena consciencia abierto a tu experiencia y verdaderamente conectado con lo que estás haciendo.
El foco es ayudarte a incrementar tu habilidad para generar acciones conscientes y guiadas por tus valores, es decir ser más flexible frente a lo que te genera más malestar.
Maximizar tu potencial para vivir una vida rica y significativa al mismo tiempo que aprendes a manejar el dolor que inevitablemente va con ella. No importa lo maravillosa que sea una vida, todos vamos a experimentar dolor, decepción, fracaso, rechazo, pérdida y fallo. Y si vivimos lo suficiente nos acabaremos encontrando con la enfermedad, las lesiones y el envejecimiento, y tarde o temprano acabaremos afrontando la muerte y antes de que ese día llegue, presenciaremos la muerte de mucha gente que nos es quierida. Y si todo esto no es suficiente, también, lo cierto es que la mayoría de las emociones humanas básicas, son en su esencia y conllevan dolor.
Pero no hay que parar aquí, porque encima de todo eso, podemos traer dolor a nuestras vidas en cualquier momento, hagamos lo que hagamos, ahí a dónde vayamos, podemos experimentar dolor en nuestras vidas. Podemos quedar atrapados en comparaciones o en auto-juicios negativos, gracias a nuestras mentes, podemos experimentar dolor incluso en los días más felices de nuestras vidas. No importa lo buena que sea nuestra vida o lo privilegiada que sea nuestra situación, lo único que necesitamos es recordar o imaginar un pasado o un futuro en el que ocurra algo doloroso.
Entonces, lo que verdaderamente importa es cómo respondamos a eso.
Instituto del Comportamiento
Psicólogos Salamanca