El amor de la modernidad es contingente, ya no cabe el “para siempre”
Los problemas de pareja en la modernidad
En épocas pasadas, las relaciones entre hombre y mujer estaban profundamente arraigadas en la estructura social y cultural. Los lazos se consideraban biológicos, otorgando derechos y obligaciones casi inquebrantables. La confianza era un pilar firme y el compromiso, una premisa mutua incuestionable. Sin embargo, con el avance de las instituciones modernas, estas dinámicas tradicionales se han desintegrado. Hoy en día, las relaciones de pareja se basan en una mayor negociación, donde la confianza debe ganarse continuamente, y el compromiso ya no es un acuerdo implícito, sino una expresión individualizada.
El amor en la modernidad: ¿Contingente o para siempre?
- En la sociedad actual, el amor ha perdido su supuesto de eternidad. El concepto de “para siempre” parece estar en declive en una era marcada por el aumento de divorcios y separaciones. Las relaciones se consolidan en función de lo “especial” que sea la conexión, más que por una creencia en el carácter especial y único de la otra persona. En este contexto, las parejas que han tenido relaciones previas deben aprender a lidiar con los residuos emocionales que esas experiencias pasadas dejan en la mochila, para no erosionar la confianza en la relación presente.
- Estudio sobre la evolución de las relaciones de pareja: Investigaciones recientes, como las publicadas en Journal of Marriage and Family, indican que las parejas modernas enfrentan más desafíos en términos de expectativas individuales y negociación de roles, lo que explica en parte la mayor tasa de rupturas en comparación con generaciones anteriores.
La confianza: el pilar frágil de las relaciones
- La confianza en una relación puede entenderse como un crédito que la relación misma merece. Confiar en la pareja implica reconocer su integridad personal y asumir la responsabilidad que esto conlleva. Sin embargo, cuando las relaciones se someten a inspecciones constantes, escrutinio periódico y una contabilidad de errores, las dinámicas tienden a transformarse en una espiral de dependencia o polarización.
- Además, la identidad de cada miembro de la pareja puede cambiar con el tiempo, y sus trayectorias pueden divergir. Estas narrativas individuales, si se mantienen rígidas, pueden romper la confianza en la relación. La clave es abrirse a lo que venga, equilibrar derechos y obligaciones, y mantener una comunicación honesta y continua.
- Estudio sobre la confianza en las relaciones: Un estudio en Psychological Science demostró que las parejas que mantienen niveles elevados de confianza mutua y flexibilidad en sus expectativas tienen más probabilidades de sobrevivir a las crisis, en comparación con aquellas que imponen moldes rígidos de comportamiento.
Las dicotomías en las relaciones
Los problemas de pareja suelen girar en torno a dicotomías como:
- Uno busca más distancia, mientras que el otro exige más cercanía.
- Uno considera el control como algo natural, mientras que el otro aboga por la responsabilidad compartida.
- Uno prefiere una relación convencional, mientras que el otro prefiere una más liberal.
- Uno es más emocional, mientras que el otro es más racional.
Curiosamente, muchas de estas diferencias, que ahora parecen insuperables, son a menudo las mismas características que originalmente atrajeron a la pareja. Si ambas personas logran ver estas diferencias no como intolerables, sino como parte natural de su relación, habrán dado un gran paso hacia la construcción de una relación más sólida y duradera.
La historia compartida de la pareja
- Cada relación está formada por dos historias: la individual de cada miembro de la pareja y la historia conjunta que construyen. Los problemas surgen cuando las diferencias que alguna vez fueron complementarias comienzan a percibirse como deficiencias. Es decir, cuando lo que antes se admiraba en el otro se transforma en una fuente de frustración.
- Cuando una pareja llega a terapia, es común escuchar quejas como: “No expresa sus emociones”, “No me cuenta nada de su trabajo”, “No quiere que salga con mis amigos”, “Quiere que todo esté limpio todo el tiempo”. Estas quejas suelen estar asociadas a un intento constante de cambiar la conducta del otro, pero sin éxito.
- Estudio sobre la comunicación en parejas: Según una investigación publicada en Family Process, los problemas de comunicación y la tendencia a criticar las diferencias del otro son de los principales factores que contribuyen al deterioro de las relaciones de pareja.
El bucle coercitivo: cuando intentamos cambiar al otro
- El problema aparece cuando, ante la conducta del otro que nos genera malestar, intentamos cambiarla mediante reproches, críticas o culpabilizaciones. Esto lleva a la relación a un bucle coercitivo, polarizando a la pareja y haciendo que cada vez se vean más diferentes.
- A pesar de los intentos, la conducta del otro no cambia y, en cambio, la relación se deteriora aún más. La clave no reside en la validez de las quejas, sino en la ineficacia de los esfuerzos por intentar modificar al otro. Este proceso de desgaste emocional suele llevar a la desesperanza, donde la recriminación se convierte en el único canal de comunicación. En el fondo, ambos creen que la única manera de salvar la relación es que el otro cambie.
¿La relación está rota o se puede reparar?
- Sin embargo, hay una realidad fundamental: la relación no es algo estático, sino algo que se construye día a día, momento a momento. En lugar de enfocarse en cambiar al otro, la pareja puede aprender a aceptar las diferencias y trabajar en la construcción de una relación más saludable.
- Estudio sobre el cambio en las relaciones: Un estudio longitudinal en Journal of Social and Personal Relationships reveló que las parejas que aprenden a aceptar y trabajar con sus diferencias, en lugar de intentar cambiarlas, experimentan una mayor satisfacción y estabilidad a largo plazo.
Preguntas que toda pareja debería hacerse
¿Sentís que estáis en el mismo barco?
¿No hubo una época en la que elegisteis remar juntos, compartir proyectos y enfrentar las dificultades en equipo?
¿Os habéis desviado de ese rumbo? ¿Qué ha cambiado?
Cuando las diferencias se sienten como barreras insuperables, suelen aparecer pensamientos como:
"No va a cambiar".
"Siempre es lo mismo".
"Si hace eso, es que no me quiere".
"Si mostrara interés, yo podría...".
Estos pensamientos a menudo llevan a discusiones, incomunicación o reproches, erosionando aún más la relación. Pero, ¿qué habéis logrado con esas actitudes? ¿Ha cambiado realmente el otro? ¿O solo habéis perdido tiempo y energía?
¿Existe una solución?
Quizá haya una forma de abrirse a lo que no nos gusta del otro, alzarnos por encima de nuestras propias emociones y pensamientos, y elegir lo que queremos dar a la relación en cada momento. La terapia de pareja puede ayudaros a reencontrar ese camino compartido, remar de nuevo en la misma dirección y construir una relación más consciente y equilibrada.
Somos Psicólogos en Salamanca y Zamora con amplia experiencia en Terapia de Pareja y Expertos en Terapia de Aceptación y Compromiso.
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