La Fibromialgia es una enfermedad de nuestro tiempo
Psicólogos Salamanca
La fibromialgia es descrita por un conjunto de síntomas tanto físicos como psicológicos, entre ellos están el dolor crónico generalizado, sensación de fatiga, rigidez articular, tumefacción en las manos, dolor de cabeza, depresión, ansiedad y alteraciones del sueño. Esta sintomatología afecta significativamente tanto en la calidad de la vida personal como en la profesional. Están reconocidas como enfermedades de tipo reumatológico. La prevalencia va aumentando año tras año llegando a ser el 20% de las consultas en los servicios de reumatología.
El dolor tiene la función de avisarnos de que algo no está bien en nuestro organismo y de manera natural es un estado que nos motiva a actuar en la dirección de reducirlo. Pero hay veces que esto no es siempre así. Por ejemplo, muchos de los dolores de cabeza los podríamos reconocer como inútiles y las personas que los sufren llevan una pesada carga en sus vidas.
Además el dolor va más allá de los receptores implicados, el dolor no puede eximirse de sus condiciones históricas, culturales y subjetivas. El dolor está cargado de significado y ese significado se genera en los contextos en los que nos movemos.
La fibromialgia es una enfermedad de nuestros tiempos y de occidente, no estaba presente hace 50 años y no está presente en los países en vías de desarrollo, esto hace cuestionar el origen exclusivamente orgánico de esta nueva enfermedad. Quizá sean las condiciones que provee nuestra cultura lo que facilita que la atención al dolor y el esfuerzo por eliminarlo esté en la raíz del origen de la fibromialgia.
Habitualmente el tratamiento se basa, por un lado, en intervención médica y/o farmacológica encaminada a reducir los síntomas con analgésicos, antiinflamatorios, terapia del frío y calor, reposo, masajes, acupuntura, antidepresivos y ansiolíticos; por otro, la terapia psicológica, habitualmente Terapia Cognitiva-Conductual, que focaliza su intervención en el control y reducción del dolor.
Las personas que sufren fibromialgia suelen experimentar más dolor con el movimiento y con el funcionamiento de la vida cotidiana, eso les invita a reducir actividades, solicitar bajas laborales y usar la medicación como forma de afrontamiento al dolor. Generalmente estas estrategias lejos de mejorar la situación la empeoran, dejando al paciente secuestrado frente al dolor y en lucha constante con él.
La Terapia De Aceptación y Compromiso emerge con fuerza como alternativa a las terapias tradicionales por la acumulación de base empírica en su eficacia en el tratamiento del dolor.
Los pacientes están literalmente pegados al dolor y con enormes esfuerzos para ejercer en él cierto control. El dolor no parece someterse fácilmente a los tratamientos tradicionales, las personas que lo sufren invierten mucho tiempo y energía en domeñarlo, la impotencia acumulada por los intentos infructuosos termina agotando a quien lo sufre y no le queda tiempo ni energía para tratar de la familia y del trabajo como le gustaría.
En ACT se ayuda a las personas a relacionarse con el dolor de otra manera, a aflojar en torno a él y poderse distanciar, en definitiva a ser más flexible frente al dolor.
Para mayor profundidad pueden consultar el siguiente artículo: