La idea de abrirte emocionalmente frente a una pantalla puede parecer un desafío. Muchas personas sienten que algo esencial se pierde al no estar físicamente en la misma habitación que su terapeuta. ¿Cómo va a captar mis emociones alguien que está a kilómetros de distancia? ¿Y si la pantalla hace que todo sea más frío y distante?
Si alguna vez te has preguntado si la terapia online puede ser tan efectiva emocionalmente como la presencial, sigue leyendo: tenemos respuestas (y un par de sorpresas)."
"Hoy desmontaremos el mito de la pantalla fría y exploraremos cómo es posible crear una conexión emocional incluso desde la comodidad de tu sofá."
Este temor es más común de lo que piensas y tiene raíces claras:
Además, la conexión emocional en terapia online puede parecer más complicada si, por ejemplo, el entorno no está completamente adaptado: ruido de fondo, problemas técnicos o distracciones pueden generar la sensación de que no estás “realmente ahí”.
El miedo a que la terapia online no permita una conexión emocional profunda es más percepción que realidad. Un estudio de la American Psychological Association demostró que el 95% de los pacientes se sienten igual de conectados con su terapeuta online que en sesiones presenciales. Esto demuestra que, aunque nuestra mente pueda dudar al principio, las emociones y la empatía no entienden de distancias.
Piensa en una conversación telefónica con alguien que te importa. Aunque no puedas verlo, logras captar su tono, emociones y hasta silencios. Ahora, añade la posibilidad de verte cara a cara por videollamada. La conexión no desaparece; al contrario, se refuerza con las herramientas disponibles.
Por supuesto, el inicio puede ser extraño, pero eso también ocurre en las sesiones presenciales: construir confianza y conexión lleva tiempo, independientemente del formato.
En el siguiente punto, veremos cómo la pantalla no es una barrera, sino un puente que puede fortalecer la relación terapéutica.
Aunque al principio puede parecer que una pantalla separa al paciente del terapeuta, en realidad, esta tecnología puede actuar como un puente que facilita la conexión emocional. Más allá de los prejuicios, las sesiones online tienen herramientas y ventajas que no solo eliminan la distancia, sino que incluso pueden mejorar la dinámica terapéutica.
Las videollamadas no eliminan las señales emocionales clave:
Un dato interesante: Según un estudio de Clinical Psychology Review, la comunicación no verbal en terapia online es percibida como suficientemente clara por la mayoría de los pacientes, siempre que ambas partes cuiden factores técnicos como la calidad del audio y la iluminación.
En terapia online, el paciente está en un lugar conocido: su casa, su oficina o incluso su rincón favorito. Esto puede generar una sensación de seguridad que fomente la apertura emocional.
Ejemplo: “Si estás en tu sofá, rodeado de tus cosas, puede ser más fácil abrirte emocionalmente que en un despacho con diplomas en la pared.”
La tecnología no solo permite hablar cara a cara, sino que también añade recursos únicos que no siempre están disponibles en sesiones presenciales:
La terapia online permite al terapeuta y al paciente adaptarse mejor a horarios, lugares y circunstancias imprevistas. Este enfoque más flexible puede fortalecer la relación, mostrando que el proceso terapéutico se adapta a las necesidades reales de cada persona.
A través de la pantalla, las emociones encuentran su camino. En el próximo punto, exploraremos cómo tú, como paciente, puedes contribuir a que esa conexión emocional sea aún más profunda y efectiva.
Construir una conexión emocional en terapia online requiere intención por parte de ambas partes: terapeuta y paciente. Aunque la pantalla puede parecer un elemento que enfría el proceso, pequeñas acciones conscientes pueden hacer que el vínculo sea tan sólido como en una sesión presencial. Aquí tienes algunas claves prácticas para lograrlo:
El lugar desde donde realizas tus sesiones influye mucho en cómo te sientes y cómo te expresas.
Ejemplo: "Si estás preocupado por el ruido del vecino o tu mascota trepando por la mesa, puede ser más difícil concentrarte en tus emociones."
i sientes que falta conexión emocional en terapia online, dilo. Los terapeutas están entrenados para adaptarse a las necesidades del paciente y pueden ajustar su enfoque:
Recuerda: la relación terapéutica es una construcción conjunta. Ser honesto sobre lo que necesitas fortalece esa conexión emocional.
Es tentador aprovechar la flexibilidad de la terapia online para hacer otras cosas al mismo tiempo, pero esto puede reducir la calidad de la sesión.
Un toque de humor:
"Si intentas organizar tu lista del súper mientras hablas de tus emociones, no solo se diluye la conexión emocional… también es probable que olvides comprar algo importante."
Tanto en terapia presencial como online, el vínculo terapéutico no siempre surge en la primera sesión. Es normal que necesites un par de encuentros para sentirte cómodo.
Si entras a una sesión online con la creencia de que “no va a ser igual”, es probable que eso influya en tu percepción. Cambia el chip y explora las ventajas:
En resumen, la conexión emocional en terapia online no depende solo del formato, sino de la disposición y las acciones de ambas partes. En el próximo punto, hablaremos de los beneficios inesperados que la terapia online puede aportar a tu vida emocional.
A menudo, pensamos en la terapia online como una solución “de segunda” frente a la terapia presencial, pero lo cierto es que este formato tiene beneficios únicos que no solo igualan la experiencia, sino que en algunos casos la mejoran. Más allá de la pantalla, la terapia online puede convertirse en una oportunidad para conectar contigo mismo de formas que quizás no habías imaginado.
La terapia online te permite estar en un entorno familiar, lo que puede hacer que te sientas más relajado y abierto a compartir.
Ejemplo: “A veces, estar en casa durante una sesión ayuda a liberar emociones que no saldrían en un entorno más formal, como una consulta.”
Uno de los grandes problemas de la terapia presencial es la logística: desplazamientos, horarios complicados y posibles contratiempos. La terapia online elimina estas barreras, permitiendo que te concentres en lo importante: tu bienestar.
Un toque humorístico:
"No hay nada más relajante que saber que tu “trayecto a terapia” consiste en caminar cinco pasos hasta tu escritorio."
La terapia online rompe las limitaciones geográficas, permitiéndote trabajar con el profesional que mejor se ajuste a tus necesidades, aunque esté en otra ciudad o país.
El formato online permite integrar herramientas y técnicas que enriquecen la experiencia terapéutica:
Para quienes sienten vergüenza o incomodidad al ir a una consulta, la terapia online ofrece una capa extra de privacidad. Puedes compartir tus emociones desde un lugar que se sienta seguro, sin preocuparte de ser visto entrando o saliendo de un despacho.
Ejemplo: “Tu vecino curioso ya no tiene que saber si estás viendo a un terapeuta o teniendo una videollamada de trabajo.”
En resumen, la terapia online no solo salva distancias físicas, sino que también ofrece nuevas formas de conectar emocionalmente y enriquecer tu experiencia terapéutica. Lo importante no es el formato, sino la disposición a trabajar en ti mismo.
"La conexión emocional no depende de un espacio físico, sino de la autenticidad y el esfuerzo por construirla. La terapia online puede sorprenderte con sus beneficios, tanto prácticos como emocionales.
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